Desde hace ya unos meses,
cuando Edward Snowden, exempleado de la CIA, confesó que la Agencia de
Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), donde él estaba destinado, se
encontraba realizando un espionaje masivo a comunicaciones de otros países, los medios no han parado de hablar sobre dicho espionaje, especialmente estos últimos días
cuando nos enteramos con detalle de las dimensiones de tal vigilancia, 35 líderes
mundiales espiados nada menos. Ahí el primer problema, hasta ahora mucha
palabrería pero poca actuación.
El gobierno estadounidense no
ha podido negarlo, pero siempre intentando desviar el tema, y no solo se basta
con considerar este hecho de “poco trascendente” sino que se jacta excusándose
de sus actos para su propia defensa personal debido a la “gran” amenaza del terrorismo.
Resulta llamativa la “increíble
sorpresa” que se han llevado algunos dirigentes de estados, empezando por
Merkel y el gobierno francés, que alucinan de una manera un tanto forzada con
el tema, y se muestran intolerantes ante las cámaras, pero más aún cuando nos
enteramos de noticias cómo estas: El PP sabía desde 2000 que EEUU espiaba "millones de llamadas oficiales" en España, publicada hoy mismo, día 29 de Octubre en El Confidencial. Si
España ya lo sabía, posiblemente otros países también. Pero, ¿por qué nadie había
dicho nada hasta ahora? Si callas algo es porque no te interesa decirlo. Según
la defensa de EEUU “han recogido información al igual que otros países”, lo que
explica el porqué de ese desinterés de
haberlo sacado a la luz antes por otros países. Además sería fatal para los
distintos gobiernos que esta información llegase a boca de todos.
He ahí cuando deriva la
principal cuestión de esta trama, así pues, si pueden ser espiados gobiernos
enteros de distintos estados, ¿no puede ser espiado cualquier ciudadano? Seguramente
estemos vigilados constantemente. El derecho a la privacidad, que según recoge
el artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Nadie será
objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada…”, está quedando
totalmente en evidencia, es más, ¿ha existido en algún momento en la sociedad
moderna? Porque estamos de acuerdo que sí existe cierta privacidad, pero
aquella para la que todavía la tecnología no tiene medios para violarla. Si
había cierta estructura moral sobre los derechos humanos, se desvanece día a
día.
Gracias entre otros a la investigación social,
refiriéndonos sobre todo en el término individual, podemos intuir y destapar
situaciones de falsedad y engaño como estas, ya George Orwell nos relataba ese
futuro no muy lejano en “1984”, donde todo era controlado por unos pocos, los
mismos que se saltaban lo derechos humanos y tomaban decisiones a sus anchas.
¿Entonces? ¿Queremos llegar a un mundo como este? No podemos dejar que nos
traten como a marionetas. No nos dejemos engañar fácilmente y analicemos todo aquello
con lo que no estemos de acuerdo o en lo que no estemos seguros, para sacar
nuestras propias conclusiones de qué queremos, y hacia dónde nos queremos
dirigir. El mundo está en manos de unos pocos y no lo podemos consentir.
Si tomamos el título del artículo como lo que es, una pregunta, ahí va mi respuesta: FICCIÓN. Con el principio de la PRIVACIDAD ocurre como con el resto de los derechos fundamentales, si quien los vulneran son ciertos gobiernos poderosos, la impunidad es total. Suelen ser los mismos gobiernos que vociferan a diestro y siniestro (entiéndase como resto del mundo) de ser garantes de la Democracia y del respeto a los Derechos Humanos.
ResponderEliminarEfectivamente, por eso hablamos de una manipulación y un control constante al que estamos sometidos. Son los políticos, los banqueros y los grandes capitalistas (porque ya no hay diferencia alguna entre políticos y grandes empresarios) los que controlan el mundo y ponen como pretexto el gobernar por el bien de todos cuando lo que realmente hacen es buscar su máximo beneficio personal. Lo peor es que nos están tomando como idiotas al actuar como si les sorprendiese temas como el tratado en el artículo cuando todos ellos lo hacen y se encubren unos a otros.
EliminarHe tratado aquí el derecho de la privacidad, pero es uno de los muchos que se saltan cuando les viene en gana.
Mira este artículo de Pérez-Reverte del 98, él ya se daba cuenta de lo que estaba sucediendo, aunque se centra más en la estructura económica que en la moral. (http://arturoperez-reverte.blogspot.com.es/search/label/1998-45%20Los%20amos%20del%20mundo)